El presidente de la AFA con LA CAPITAL, en la primera entrevista tras la consagración en el Mundial. contó cómo vivió el título en Qatar, habló sobre la firma del contrato de Scaloni, su relación especial con el "10", el proyecto global de selecciones y del arquero marplatense "Dibu" Martínez.
Por Marcelo Pasetti
“Chiqui” Tapia eligió LA CAPITAL para romper el silencio y brindar la primera entrevista exclusiva luego de la histórica consagración en el Mundial. El presidente de la AFA habló de todo: el contrato de Lionel Scaloni, el futuro de Lionel Messi y su especial relación con el “10”, a quien le anticipó: “Juntos vamos a ganar todo”.
El dirigente valoró el proyecto de selecciones, la unión de los jugadores, el trabajo del cuerpo técnico y afirmó que está viviendo un momento hermoso, mientras disfruta de unas vacaciones especiales en esta ciudad, a donde trajo la Copa del Mundo.
“Pretendía que el mejor jugador del mundo lograra lo que siempre persiguió”, expresó en una parte de la extensa charla con este medio, que se desarrolló en el Hotel Uthgra Sasso, donde junto a Luis Barrionuevo saludó a todos los empleados, y en el Balneario 12 de Punta Mogotes.
-Los argentinos vivimos el mejor fin de año de muchos, gracias a la Copa del Mundo lograda y la alegría que generó. ¿Sos consciente de eso?
-A medida que voy viendo las demostraciones de cariño y lo que siente la gente por la Selección, me voy dando cuenta. Nosotros, los que lo vivimos desde adentro, con el pasar del tiempo vamos a tomar total dimensión. Pero sin dudas que llega todo lo que transmite la gente.
-¿Cuál fue la gran virtud de la Selección?
-Demostrar algo que nosotros veníamos diciendo, que el fútbol cambió y que no es el mismo que antes, cuando las individualidades podían ganar un partido, un campeonato. El actual es un juego de equipo, donde todos tienen que representar o tirar para el mismo lado. Matarse en la cancha como estos chicos lo hicieron, juntos por el mismo objetivo. Sabiendo que todos son importantes. Fue un mensaje para la gente, que progresivamente se fue enamorando. Después de muchísimo tiempo, la Selección empezó a ser un plan familiar, un plan de amigos. Hoy, ya con la Copa del Mundo, casi nos olvidamos de la Copa América, que fue un título muy importante. Creo que ese fue el puntapié inicial para sembrar los cimientos de lo que se logró después.
-Si te hubieran dicho hace seis años que ibas a ser presidente de la AFA, que ibas a traer la Copa del Mundo y que los argentinos se iban a tatuar tu cara en un brazo o una pierna, ¿hubieras dicho que era un delirio?
-Lo del tatuaje sí. Como dirigente siempre soñé en lograr lo que cualquier presidente de la Asociación del Fútbol Argentino anhela. Creo que lo importante, más allá de los sueños de uno, es el trabajo, el proyecto. Siempre me acuerdo que cuando asumimos el 29 de marzo de 2017 solamente dos selecciones nuestras estaban trabajando. No existía el proyecto de selecciones. Hoy la AFA tiene una foto que creo que ninguna federación a nivel mundial posee: en todos los cuerpos técnicos, sean masculinos o femeninos, se pueden ver exjugadores, que son representativos, que tienen un sentido de pertenencia muy grande. Creo que desde la época de Pekerman que no se veía. Están Placente, Aimar, Romeo, Samuel, Ayala o el mismo Scaloni. Tenés a Menotti. En el futsal está Matías Lucuix, que fue uno de los jugadores campeones mundiales de la especialidad. En el fútbol femenino hay exjugadoras representativas. El gran valor es el proyecto.
“Después de muchísimo tiempo, la selección empezó a ser un plan familiar”
-¿Y qué cosas contiene ese proyecto?
-Primero inculcar la educación, la pertenencia. Que los jugadores sepan que la camiseta de la selección no te la prestan, que hay que adueñarse de ella porque tiene un valor impresionante. Y después, todo el trabajo de metodología, porque todas las selecciones juegan a lo mismo. Otra cosa que destaco son los contratos. Por primera vez, por lo menos en los últimos 20 años, todos los vínculos de los cuerpos técnicos de las selecciones vencen en el mismo día. Y nosotros los hicimos de acuerdo a la fecha de nuestro mandato, que ahora es hasta 2025. Siempre decimos que hay que darle continuidad a los proyectos, pero son los hombres que estén los que tienen que encargarse de ello. Hoy hay una selección con un promedio de edad para 8 o 10 años más. Tuvimos al mejor jugador joven del Mundial, Enzo Fernández. También están Lautaro (Martínez), Julián (Álvarez), el mismo “Cuti” (Cristian Romero). El promedio de edad es de 23, 24 años. Después tenés tres o cuatro futbolistas más experimentados que le dieron la firmeza al grupo y lograron que los más chicos puedan sentirse libres y disfrutar cuando ellos acapararon la responsabilidad. No sólo hablo de “Leo” (Messi), también de Otamendi, “Fideo” (Di María) o el mismo Armani que desde el banco acompañó siempre.
-El director técnico fue tu gran apuesta y ahora muchos dicen que “Chiqui” Tapia es el padre de la criatura. ¿Qué le viste a Scaloni?
-Realmente me tocó convivir mucho tiempo con Scaloni, quien trabajaba con Sampaoli en Sevilla. El análisis y el ojo que tenía para ver a los rivales era muy bueno. Después, por todo lo que nos tocó vivir, puedo hablar de su gran liderazgo. Él tuvo la capacidad de armar un grupo. Y de conformar un cuerpo técnico que tiene muchas virtudes. Nunca están sobre los jugadores, son humildes. Además del sentido de pertenencia y la representatividad de la que hablaba, son personas que triunfaron en el mundo y tienen una capacidad de trabajo muy grande.
-No creo que haya dirigente en el mundo que tenga la relación que tenés vos con Messi. El abrazo de la final fue conmovedor y elocuente. ¿Cómo se cimentó esa unión a través de los años?
-Por lo que sentimos los dos. Yo desde que soy presidente quise darle a la selección el lugar que se merecía y el que tuvo en algún momento. Y, por sobre todas las cosas, pretendía que el mejor jugador del mundo lograra lo que siempre persiguió. Es lo que queríamos todos los argentinos. Hay una gran comunión entre nosotros, porque sentimos lo mismo, queremos lo mismo y somos hinchas de la selección. Y, en algún sentido, el Mundial también era una revancha para Messi y para mí. Yo por los cuestionamientos que tuve cuando asumí, por ser un dirigente del ascenso que no tenía la visibilidad que tenían otros. Y él porque quería ganar todo con la selección. Analizando todo el Mundial, creo que fue la mejor versión de “Leo”. Tuvo la capacidad de conducir a nuestro equipo. Se puso la cinta de capitán y demostró la hombría y fortaleza mental para sobreponerse a las adversidades. Fue el primero en salir a darle un mensaje a todos los argentinos para que confíen en un grupo que no los iba a dejar tirados.
-Nosotros veíamos lo que hacía en la cancha, pero vos tuviste el privilegio de vivirlo desde adentro. ¿Cómo es ese “Leo” en la intimidad, cómo fue durante el Mundial?
-Nunca demostró ansiedad. Siempre transmitió tranquilidad. Estaba confiado y seguro que el objetivo se iba a cumplir. Es lo mejor que nos pudo pasar. Teníamos la tranquilidad y la garantía que íbamos a tener un buen Mundial.
“El Mundial era una revancha, para Messi y para mí”.
-La final con Francia fue como una película. Pasó de todo. Pasamos de estar cómodos a sufrir. Fueron 120 minutos vibrantes. Y, casi al final, la atajada de “Dibu”. ¿Qué sentiste en ese momento?
-Muchas cosas… Yo creo que en la historia de los mundiales nunca hubo una final como la de Qatar. La Selección Argentina fue superior a Francia 70/80 minutos con el alargue. Siempre lo quiso ganar. Por algo siempre estuvimos arriba en el marcador. Cuando “Dibu” Martínez ataja esa pelota, sentís que sos campeón del mundo. Pero también había pasado cuando éramos superiores e íbamos ganando. Uno adentro estaba tranquilo porque los pibes estaban muy seguros. Ellos te lo hacían sentir.
-Cuando lo abrazaste, le dijiste a Messi “¿viste?, te lo había dicho”, ¿no?
-Yo le había dicho antes lo que sentía. Siempre sentí que juntos íbamos a ganar todo. Yo soy un privilegiado de ser cinco años presidente y en el último año y medio haber logrado tres títulos. Con la necesidad que tenía la selección y el pueblo argentino de una alegría. Los dos teníamos la tranquilidad que nos iba a ir bien.
-Estamos en la tierra del “Dibu”. ¿Podés confirmar que está loco?
-Es un loco lindo. Me dijo “disfrutá, gordo”, como si yo fuera gordo… jaja. Es un fenómeno, una gran persona. Un jugador que nos dio mucha seguridad. Hacía mucho que no sentíamos eso, lo que tiene que tener cualquier equipo. Esa tranquilidad de que, cuando le pateen, las va a sacar.
“En la historia de los Mundiales nunca hubo una final como en Qatar”.
-¿Es cierto que dormías con Chucky?
-Sí, es verdad. En mi casa también. Desde la Copa América que hicimos esa promesa. El muñeco me lo regaló Juan Cruz, de utilería. Duerme conmigo en casa o donde juegue la Selección.
-La llegada de la Selección fue increíble. ¿Te quedaste con bronca porque no pudieron llegar al Obelisco?
-No, no. Porque la gente sintió que tenía que festejar y disfrutar. Y así lo hizo. No es fácil que cinco millones de personas salgan a la calle y que no se enoje ninguno porque no llegamos al Obelisco. Fue una manifestación de alegría. Todos se sentían orgullosos de la selección. Esa demostración de la gente se la ganaron los jugadores y el cuerpo técnico.
-Fue muy importante el mensaje de unidad que dio esta selección…
-Lo que demostró el equipo dentro del campo fue lo que sintió la gente. En la calle vos tenías a argentinos festejando sin distinción de clases sociales. Me parece que es una lección para tener en cuenta.
-¿Van a jugar dos amistosos en marzo?
-Sí. Tenemos dos partidos en la fecha FIFA.
“Cuando “Dibu” Martínez ataja esa pelota, sentís que sos campeón del mundo”.
-¿Ya hay rival?
-Estamos esperando que llegue “El Gringo” (Scaloni) para poder hablar y definir todo eso.
-¿Se firma el contrato con él ahora?
-Cuando llegue, seguramente. Vamos a estar cerrando el contrato de todo el cuerpo técnico.
-Tenemos el próximo Mundial más cerca, a tres años y medio. ¿Lo ves ahí a Messi?
-La Copa América es lo primero que tenemos que defender de esta triple corona. Sabemos que ganando la competencia continental vamos a jugar nuevamente la Finalissima con el campeón europeo. Esto es paso a paso. Messi también irá evaluando cómo se siente, sus planes de vida. Nosotros somos felices hoy porque sabemos que lo tenemos y hay que disfrutarlo.
-La gente cantaba “Diego desde el cielo alentándolo a Lionel”. ¿Qué pensás que habría dicho Julio (Grondona) de tu gestión?
-Debe estar contento. Creo que quizá él soñaba, como todos, con ganar el Mundial del 2014. Y nos quedamos ahí. Con VAR hubiera sido penal a Higuaín y la historia cambiaba. Si no hubiera existido el 38-38 yo no estaría acá sentado. En la vida las cosas malas y también las buenas pasan por algo.
-¿Qué sentiste ante la crítica de Macri?
-Prefiero no opinar.
-¿Estás viendo videos y disfrutando de lo que se logró, como todos los argentinos?
-Nosotros vivimos muy rápido. A veces no nos damos el tiempo de disfrutar algo que tiene muchísimo valor, como lo fue este título. Tuvimos la posibilidad de ganarle al campeón del mundo, que nos había eliminado en Rusia. Ninguna selección nos superó. Cada vez que veo algo me doy cuenta de lo que se vivió y voy reaccionando.
“Todas nuestras selecciones juegan a lo mismo”.
-Se vienen películas, series, de esta selección…
-Que venga todo lo que tenga que venir, porque este grupo y el cuerpo técnico se lo merecen. Tienen que tener un homenaje soñado.
-En una palabra, ¿cómo definís el momento que estás viviendo?
-En una sola: hermoso.
-Lo que pasó en Bangladesh fue tremendo. ¿Se va a hacer algo especial?
-La verdad que es una locura. Demostraron un cariño muy grande por nuestra selección y nos gustaría hacer algo con esa gente.
-Y también fueron hermosos los recibimientos de los clubes a los campeones del mundo…
-Sí, algo increíble, merecido. Todas las demostraciones de de afecto, cariño, me parece que son gratitud y llegan al corazón de ellos, que han demostrado que dejaron todo en una cancha por el sentir común de nuestra patria, por la camiseta que representan, por todos los argentinos y argentinas.
-¿Vamos por la cuarta?
-(risas) Ojalá…
El Minella, la casa de la AFA: “Ojalá se pueda dar”
En Mar del Plata, Claudio Tapia le dijo a LA CAPITAL que el estadio José María Minella puede ser la casa de la AFA para las selecciones nacionales. “En esta estadía ya estuve dos días reunido con Guillermo (Montenegro). Lo estamos viendo, analizando, trabajando. Ojalá que en un futuro se pueda dar”, expresó en un momento de la extensa charla.
Sobre las chances concretas, manifestó: “Siempre hay posibilidades. Después hay que ejecutarlo”.
Durante el encuentro entre el presidente de la AFA y el intendente de General Pueyrredon, se analizaron las complejidades técnicas y jurídicas y se delinearon alternativas para poder avanzar con la iniciativa.
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En Mar del Plata, como en todo el país, “Chiqui” Tapia recibe saludos, abrazos y solicitudes de fotos. Anoche fue ovacionado en el Teatro Mar del Plata, donde fue a ver la obra “El Divorcio”. El presidente de AFA subió al escenario con la Copa del Mundo en sus manos y la exhibió mientras la gente cantaba las canciones inolvidables de Qatar 2022. Él se siente y es actor principal. Porque tuvo un rol protagónico para alcanzar el título mundial después de 36 años.
